jueves, 8 de octubre de 2009

del mar los vieron llegar

Del mar los vieron llegar, mis hermanos emplumados eran los hombres barbados de la profecía esperada, se oyó la voz del monarca de que el Dios habla llegado y le abrimos la puerta por temor a lo ignorado. Iban montados en bestias como demonios del mal iban con fuego en las manos y cubiertos de metal sólo el valor de unos cuantos les opuso resistencia y al mirar correr la sangre se llenaron de vergüenza porque los dioses no comen, ni gozan con lo robado y cuando nos dimos cuenta ya todo estaba acabado. En ese error entregamos, la grandeza del pasado y en ese error nos quedamos quinientos años de esclavos. Se nos quedó el maleficio de brindar al extranjero nuestra fe, nuestra cultura, nuestro pan, nuestro dinero. Hoy les seguimos cambiando oro por cuentas de vidrio , y damos nuestra riqueza por sus espejos con brillo. Hoy en pleno siglo XX, nos siguen llegando rubios y les abrimos la casa y los llamamos amigos, pero si llega cansado un indio de andar la Sierra lo humillamos lo vemos como extraño por su tierra. Tú, hipócrita, que te muestras humilde ante el extranjero pero te vuelves soberbio con tus hermanos del pueblo. ¡Oh! maldición de Malinche, enfermedad del presente, ¿ Cuando dejarás mi tierra, cuando harás libre a mi gente...?

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